Todo estaba tan triste color del silencio
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Y la vida golpeaba mi piel y mi pecho
Daba igual morirme que vivir sin un por qué
Daba igual ser alguien que no ser.
Tu llegaste paloma como madrugada
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Con tus alas abiertas sembrando sonrisas
Me enseñaste a quererte, con tu ciencia a soñar
Me enseñaste a ser libre para amar.
Gracias... por ser amiga de mi sueños
La compañera de mi cuerpo
La dueña de mi amor
Eterna novia Señora corazón
Gracias... por compartir mis alegrias
Por enseñarme a amar la vida
Señora corazón.
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