Crudo lecho, tan desecho, contagioso y siniestro.
Mar de sabia, pura rabia, inmensidad en el alma.
Horas pasan, fuerte abrazan, no dan tregua y matan.
Soñar sencillo y más sencillo despertar,
pensar caminos cuesta abajo y resbalar.
El diablo que cayó en mis hombros no es para mí,
lo invité a mi infierno y se negó a venir.
Buenos Aires no es querido si se vive en su ombligo,
Buenos Aires no es querido, es milagroso residuo.
Otra vuelta en otra tuerca, otra cabeza estalla.
Soñar sencillo y más sencillo despertar,
pensar caminos cuesta abajo y resbalar.
El día que me quieras, nena, puedo volver.
La noche que engalana se nos echa a perder.
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