¡Esta sensación terrible de vivir bajo presión!
¡Esta mano invisible que te ahoga el corazón!
Cómo nos agrede el alma el malvivir de la ciudad,
la violencia contenida y la que empieza a salpicar.
Yo te veo caminando junto a ese hombre, esa mujer
que soportan cada día la presión que hay que vencer.
Veo en sus ojos cómo duele esa cotidianeidad:
aprontarse cada día a una lucha sin piedad.
Sé que así fueron tus días, sé que fue así tu ciudad,
pero me pesa la vida, ayudame a creer que estás.
Cristo hermano, vos sabés lo que es cruzar esta presión
y que ser hijo de humano es afrontar un desamor.
Ver la gente abandonada conmovió tu corazón,
La injusticia y su insolencia prepotente te escupió.
No aceptaste el escaparte y quedarte en un Tabor:
Elegiste encaminarte al lugar de tu pasión.
Y allí hirvió tu compromiso y tu sangre santa bulló,
pues tu aguante poderoso es amor liberador.
Pulsear con los fariseos ¡cuánta amarga discusión!
Falsedad, hipocresía, como ayer nos pesan hoy.
Para sacarte del medio se opusieron sin igual,
para robarte la vida, conspiraron sin cesar.
Mezcla de argumentaciones y un duro corazón,
su malicia interminable ejerció dura presión.
Su taparse los oídos y chillar para no oír;
su matar al mensajero... ¡Resistirse a re-vivir!
Siete vicios capitales se treparon al poder.
Ya no sé si dispararles, si llorar o si correr.
Pero estoy de pie y mi sangre está viva y va a latir.
Puso un ancla Dios en mi alma y no me podrán hundir.
Invisible, hay una cuerda que me ata al mas allá.
Detrás mío, una pared que no se derrumbará.
Si en la mirada hay coraje y perfora la realidad,
veo que nuestra fortaleza ya edifica ¡otra ciudad!
No me gusta verte en pósters, oh Jesús, como un galán,
cara de recién salido del salón de maquillar;
un Dios ídolo romántico, minúsculo, irreal,
mal anzuelo y mal consuelo de una fe sentimental.
¡Te imagino tan marcado por la honda realidad!
¡De tu lucha ante lo muerto, una huella quedará!
Tu belleza silenciosa nace en tu profundidad:
Amador-Sufriente... irradia tu hermosura otra verdad.
Sé que estás junto a los jóvenes que eligen no transar.
Y resisten y no ceden lo que no hay que negociar.
Deja que hoy te sienta nuestro, deja que descanse en Vos,
y tu aliento recupere y me afirme en el amor;
mi esperanza eche raíces y mi alma esté en pie,
y haga fuerza al viento en contra, convencido de mi fe.
Es la decisión... ¡Amar, amar aún bajo presión!
Y tu mano poderosa sostendrá mi corazón.
Es la decisión... ¡amar, amar aún bajo presión!
Y tu mano poderosa sostendrá mi corazón.
(Sostendrá mi corazón... tu mano poderosa).
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