Mi mujer me enseñó un día
que el amor viene en el viento
y el viento trajo un murmullo
calladito de su acento
y fui comprendiendo solo
que su vientre era mi anhelo
que en su vientre dos rosales
florecerán con el tiempo.
Y me dijo sin decir
que no hay que hablar para saberlo
que los ojos dicen más
que mil palabras al viento
y tus pies al caminar
me llevaron a un sendero
de azucenas y jazmines
yo se los pendí en el pelo.
Y el viento trajo un murmullo
calladito de su acento
y el viento trajo el aroma
que destilaba su cuerpo
y el viento fue compañero
cuando se encontraba lejos
y me di cuenta que tanto
conociamos el silencio.
Y sola la soledad
se marchó sola sabiendo
que tenía yo compañia
todo aquello y tu recuerdo
mi mujer volvio sonriendo
yo sentadito en el viento
la esperé y entre mis brazos
la bañe con estos versos
y entre versos y entre besos
nos fugamos en el viento.
Y sola la soledad
se marchó sola sabiendo
que tenía yo compañia
todo aquello y tu recuerdo
mi mujer volvio sonriendo
yo sentadito en el viento
la esperé y entre mis brazos
la bañe con estos versos
y entre versos y entre besos
nos fugamos en el viento.
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