Vuelvo a casa en la zozobra de mi corazón.
Viví en dos mundos, en las fronteras de la realidad.
Ahora vivo aquí. Pensé que estaba solo y descubrí
que estaban todos los que importan.
Vuelvo a casa en la zozobra de mi corazón.
El aburrimiento es mi peor conversación.
En las naves espaciales suele haber muy poco espacio,
y en la mía no había sitio para nadie.
Vuelvo a casa en la zozobra de mi corazón.
Te eché de menos pero eras solo una ilusión.
Pido ayuda a sacerdotes, tarotistas, infinitos charlatanes.
En los espacios reducidos, las rivieras, las estrellas,
los delirios, las delicias extranjeras.
En el principio de inconsciencia,
en el retorno no esperado,
estoy cansado y algo flaco.
En mi delirio paranoide,
es delicioso no encontrarme
en mi sentido de la proporción.
Vuelvo a casa en la zozobra de mi corazón.
Estaba muerto, para volver había que cantar,
En las menciones y los premios, los demonios y los perros,
como gatos callejeros, los obreros, la geometría de la fe.
Naves nuevas, los ladrones elegidos y la ropa que me tapa.
Pienso en como esclavizarme de una forma mas sensata.
En un andén donde no para ningún tren,
en mi jardín, allí reunidos, estaban todos lo que importan.
Vuelvo a casa en la zozobra de mi corazón.
Ahora vivo aquí, pensé que estaba solo y descubrí,
que estaban todos los que importan.
Vuelvo a casa, estaban todos lo que importan.
Vuelvo a casa, estaban sólo los que importan.
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