Vale, que se le empasó el porvenir la chala...
Vale, que el sol lo ha marcado con hierro de paleta
y que al nacer le pusieron la trabanqueta.
Vale, que se desayuna con la barrecha
pa´ arrancarle a la jornada su corazón de lunes
en un bar tempranero de Casa Antúnez.
Vale, que enchegará la mobilé.
Vale, que son almas que zozobran
caminito de la obra.
Vale, que suben al cielo entre tocho y porlan...
Vale, que lloran sus ojos lágrimas de cemento
viendo escaparse los sueños como los vientos.
Crecen de noche
y en el día se derrumban
los sueños que el olvido mece
por rumbas
en tanto llegue
el día de los elegidos
cuando el eco los devuelva
del olvido.
Escampa en una Vanguardia la fiambrera
y se festeja con media botella de priorato
y se calienta con sol y permanganato.
Y arrepenchao en la sombra duerme la siesta
soñando con hacerle, a su capataz, la vaca
y que gane fuera el Betis y el Barça en casa.
Vale, que donde no hay suerte ni calé
vale, que no hay dios que encuentre el Norte
si no le salva un catorce.
Vale, que cuando el sol plega y baja el andamio
vale, que tiene agujetas en su alma robinada
y que mañana su historia no habrá cambiado nada.
Vale, que se le empasó el porvenir la chala...
Vale, que el sol lo ha marcado con hierro de paleta
y que al nacer le pusieron la trabanqueta.
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