Las manos viejas sobre el piano de un pianista
Están tiñendo de nostalgia el cabaret
Con la mirada avergonzada del artista
Le pega con rabia a un teclado que no ve;
Las manos viejas sobre el piano de un pianista
Están tratando de cubrir la situación
Y mientras cantan en la barra los bromistas
El ahoga su pena con un trago de licor.
Ya pasaron los días de la ambición
Ya no hay fantasías en su ilusión
Fue detrás de la gloria, igual que yo
Se repite la historia, sólo cambia el actor.
Las manos viejas sobre el piano de un pianista
Son fiel reflejo de un destino que forjó
Con el pretexto de su suerte egoista
El vivió sólo en sueños y su vida gastó.
Ya pasaron los días de la ambición
Ya no hay fantasías en su ilusión
Fue detrás de la gloria, igual que yo
Se repite la historia, sólo cambia el actor. (bis)