Hoy siento en el pecho un agujero profundo y gris,
este paisaje solo huele a miseria.
Los malos nunca tienen problemas para dormir,
la gente buena por amor se desvela.
Y yo no me olvido porque no me quiero olvidar,
porque si olvido se me viene la pena.
Suena en el patio alguna bala de alguien sin fe,
balas de ayer que hoy destrozan mis venas.
Y no es la música de mi corazón,
Yo como un deber guardaré tus gritos de madrugada por siempre.
Quiero ser luz cuando casi ni sombra soy,
debo cantar con paciencia mis días.
No habrá destierro ni espíritu, solo Dios,
solo la lucha que a las almas libera.
Esa es la música de mi corazón,
Yo como un deber guardaré tus gritos de madrugada por siempre.
Solo:
Militante sol me enseñaste
que el amor es compromiso,
y que el compromiso es lealtad.
Vos sos la música de mi corazón,
Yo como un deber guardaré tus gritos de madrugada por siempre.
Por siempre...