Daniel Rabinovich: Y ahora, a los postres, nada mejor que un poco de música. ¡Eh, músicos! ¡Los músicos! ¡Cantad!
Jorge Maronna: Majestad, hemos compuesto una pequeña canción en homenaje a vuestra esposa, la reina.
Daniel Rabinovich: Bien, adelante.
(Mientras Jorge canta, se oyen de fondo voces de admiracion y risas)
Jorge Maronna:
Dulce reina mía,
una nueva fantasía
en cada nuevo verso
deseo mostrarte.
No quiero decir más
lo que tú ya sabes.
El día en que te conocí
me pareció muy grande
tu inteligencia,
ví tu nariz diminuta.
Vi tu cabellera
cayendo sobre tu cintura.
Y tus pechos maternales.
Y ahora ves la sombra
de uno que sin esperanzas te ama.
Ves el llanto del infeliz.
Porque tú perteneces a otro,
sólo eres...de tu marido.
(Aplausos)
Daniel Rabinovich: ¡Bravo! ¡Bravo! Quisiera escucharla una vez más...pero me gustaría más a dos voces.
Jorge Maronna: Pero...tengo una sola, Majestad.
Daniel Rabinovich: Que cante aquel otro músico, el de la viola.
Carlos Núñez Cortés: Es que yo no sé la letra, Majestad.
Daniel Rabinovich: Oh, bien. Entonces, cantadla en canon.
Jorge Maronna: ¿En... dónde?
Daniel Rabinovich: En canon. Esa manera en que primero canta uno y luego otro hace la imitación. Comienza tú, y tú que no sabes la letra, vas repitiendo lo que él canta... ¿Qué ocurre, no sabéis lo que es un canon?
Jorge Maronna: Oh, sí, sí, sabéis...
Jorge Maronna: Dulce reina mía, una nueva fantasía en cada nuevo verso...
Carlos Núñez Cortés: Dulce reina mía...
Jorge Maronna: Deseo mostrarte.
Carlos Núñez Cortés: Una nueva fantasía en cada nuevo verso...
Jorge Maronna: No quiero decir más...
Carlos Núñez Cortés: Deseo mostrarte.
Jorge Maronna: Lo que tú ya sabes.
(Voces de asombro)
Jorge Maronna: El día en que te conocí, me pareció...
Carlos Núñez Cortés: El día en que te conocí...
Jorge Maronna: Muy grande...
Carlos Núñez Cortés: Me pareció...
Jorge Maronna: Tu inteligencia...
Carlos Núñez Cortés: Muy grande...
Jorge Maronna: Ví tu nariz...
Carlos Núñez Cortés: Tu inteligencia...
Jorge Maronna: Diminuta...
Carlos Núñez Cortés: Vi tu nariz...
Jorge Maronna: Vi tu cabellera...
Carlos Núñez Cortés: Diminuta...
Jorge Maronna: Cayendo sobre tu cintura...
Carlos Núñez Cortés: Vi tu cabellera...
Jorge Maronna: Y tus pechos...
Carlos Núñez Cortés: Cayendo sobre tu cintura.
(Nuevamente voces de asombro)
Jorge Maronna: Y ahora ves la sombra de uno que sin esperanzas te ama...
Carlos Núñez Cortés: Y ahora ves la sombra...
Jorge Maronna: Ves el llanto...
Carlos Núñez Cortés: De uno que sin esperanzas te ama...
Jorge Maronna: Del infeliz.
Carlos Núñez Cortés: Ves el llanto...
Jorge Maronna: Porque tú perteneces a otro. Sólo eres...
Carlos Núñez Cortés: Del infeliz...
Jorge Maronna: De tu marido.
(Se oyen voces, ruidos y golpes)
Jorge Maronna: No... no, Majestad...
Carlos Núñez Cortés: Perdón...su Alteza... no fue mi intención....
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