Lo dejo todo, yo no quiero nada,
viendo todo como por última vez y decidido.
Desesperando que se sequen mis pocos trapos
para volver a llenar mi bolso negro.
Lo aplaudieron, lo felicitaron,
a ese cara de pelotudo lo ascendieron,
en cambio, a mí, a mí me echaron
porque tengo la cabeza en otro lado.
Afortunado por ser tan pobre
y haber vivido una historia de amor
en una película de terror.
Y en mi actuación especial: el asesino,
a mi lado las cosas se mueren,
a mi lado la rosa se muere.
Débil, ya sin ganas, hoy tampoco me pude matar,
tampoco vino nadie a consolar.
Plaza Once, mi único testigo,
tengo hambre, tengo sed, tengo frío.
Mejor sentate, te voy a contar algo,
¿te acordás que nos separamos? Tuve algo.
Y no se parecen salvo en un crucifijo,
y en que las dos mataron al niño.
Una historia de amor
en una película de terror.
Y en mi actuación especial: el asesino,
a mi lado las cosas se mueren,
a mi lado la rosa se muere.
No me asusta ver bailar a los fantasmas
que bailan con las dominicanas
por la avenida Rivadavia.
No me asusta ver bailar niñas fantasmas
que se quieren ir a su casa,
encerradas en esta plaza.
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