Señor mi escudo y mi fuerza Tú has sido,
refugio en contra de mis enemigos.
Señor, tu verdad me ha protegido,
toda mi confianza en Ti he vertido.
[coro]
¡Oh Jesús! tu sangre preciosa me ha lavado.
¡Oh Jesús! por tu gracia, yo he sido perdonado.
¡Oh Jesús! tu victoria me ha dado la vida eterna.
¡Oh Jesús! en Ti mi vida está segura. ¡Oh Jesús!
La vida que ahora vivo en la carne
la vivo en la fe en el Hijo de Dios
el cual me amó y por mí se ha entregado
para vivir libre del pecado.