De niño fuí ferviente tu platea
llenando mi alma entera de aventuras
contándome misterios de tesoro
cuando andabas del brazo con la luna.
Te dieron los esteros sus secretos
de tanto andar partiendo sus juncales
y cabalga la nostalgia al trote lento
en el camino real, su andar de nadie.
Estribillo
Me enseñaste a querer, esto que es mío
a nombrar las flores y lugares
que al crecer mis alas no me aleje
y que sepa de Corrientes sus cantares.
(Igual que la 1º parte)
Se descubre la honradez en tu conciencia
y el repeto a la vejez en el sombrero
y te miran como última reliquia
de esos hombres que nacieron enteros.
Tanto tiempo y estoy aquí a tu lado
como el niño pendiente como nunca
con ganas de escuchar tu voz cansada
que me cuente la última aventura.
Qué pena, abuelo, si me da una pena
después de tanto andar verte vencido
meciendo tu sillón bajo el alero
hablando con amigos que se han ido.
www.mario-bofill.com.ar Sitio Oficial de Mario Bofill.-
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