Invitatorio
Música Católica
Letra

INVITATORIO  (Salmo 94)



                     

Venid, aclamemos al Señor,

                               

demos vítores a la Roca que nos salva;

                        

entremos ante él dándole gracias,

                   

aclamándolo con cantos.



                         

Porque el Señor es un Dios grande,

                      

soberano de todos los dioses:

                                  

tiene en su mano las simas de la tierra,

                             

y son suyas las cumbres de los montes;



                     

Venid, aclamemos al Señor,

                               

demos vítores a la Roca que nos salva;

                        

entremos ante él dándole gracias,

                   

aclamándolo con cantos.





                         

suyo es el mar, porque El lo hizo,

                                    

la tierra firme que sus manos  modelaron.

                           

Entremos y postrémonos por tierra,

                                 

bendiciendo al Señor, nuestro creador.



                     

Venid, aclamemos al Señor,

                               

demos vítores a la Roca que nos salva;

                        

entremos ante él dándole gracias,

                   

aclamándolo con cantos.



                         

Porque El Señor es nuestro Dios,

                         

y nosotros su pueblo escogido,

                         

somos el rebaño que El guía.

                     

Ojalá escuchéis hoy su voz:



                     

Venid, aclamemos al Señor,

                               

demos vítores a la Roca que nos salva;

                        

entremos ante él dándole gracias,

                   

aclamándolo con cantos.



                         

"No endurezcáis el corazón

                         

como el día de Masá en el desierto;

                                     

cuando vuestros padres me pusieron a prueba,

                        

me tentaron, aun viendo mis obras.



                     

Venid, aclamemos al Señor,

                               

demos vítores a la Roca que nos salva;

                        

entremos ante él dándole gracias,

                   

aclamándolo con cantos.





                

Durante cuarenta años

                 

de aquella generación

                                

dije: "Es un pueblo de corazón torcido,

                           

por eso  no entrarán en mi descanso"



                     

Venid, aclamemos al Señor,

                               

demos vítores a la Roca que nos salva;

                        

entremos ante él dándole gracias,

                   

aclamándolo con cantos.