1.Una mañana, cerca del mar,
apareció un joven Galileo;
nadie podía imaginar que otro pudiese amar
así como Él amaba.
Era sencillo al conversar,
llegaba al corazón de quien lo escuchaba.
Y su nombre era Jesús de Nazaret
y su fama se esparció, todos querían ver
al profeta que tenía tanto amor
y amaba al peca-dor.
2.En esas playas, en ese mar,
en ese río, en casa de Zaqueo,
en los caminos, bajo aquel sol,
el pueblo iba a buscar la luz de su doctrina;
sus expresiones, por caridad,
enchían el corazón de una fuerza divina.
3.En esos valles, en ese hogar,
en ese pozo y en casa de Simón,
en ese monte, al atardecer,
el mundo vio nacer las bienaventuranzas.
Y su paciencia al perdonar,
del pueblo el corazón llenaba de esperanza.
4.Un cierto día, al tribunal
alguien llevó al joven Galileo;
nadie sabía cuál era el mal,
qué crimen cometió, cuál era su pecado.
Su claridad al denunciar
minó la posición de los privilegiados.
Y mataron a Jesús de Nazaret,
y en medio de ladrones Él murió en la cruz;
pero el mundo aún no conoce a este Jesús,
que amaba al pecador.
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