No buscaba nada y tropecé
con dos ojos negros de mujer
fué el destino quién jugó a cruzar
nuestras miradas en un bar
y lo demás vino después
No teniamos nada que perder
y la noche estaba a nuestros pies
tú querías robarme el corazón
y yo iba asomándome en el balcón
que tu escote me dejaba ver
Por qué quiso el azar
que conociera
cada secreto de tu intimidad
mil besos de sal en las aceras
Sólo yo contigo y nadie más
y la hora que cierran la ciudad
y la luna del amanecer
me alumbró el camino que da a tu piel
bajo la penumbra de un portal
Por qué quiso el azar
que conociera
cada secreto de tu intimidad
baile de dos en las aceras
subiendo por tus caderas
sin parar
de volver a besar
y sin dejar de soñar
y... vuelta a empezar
Hoy que tú no estás
salgo a buscarte
nadie me puede ayudar a olvidar
ven que hace frio y ya es muy tarde
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