Es necesario cierta dosis de ternura
para comenzar a andar con tanto en contra
para despertar con tanta noche encima.
Es necesaria cierta dosis de ternura
para adivinar, en esta oscuridad,
un pedacito de luz,
para hacer del deber y la vergüenza una orden.
Se necesita cierta dosis de ternura
para quitar de en medio a tanto hijo de puta
que anda por ahí.
Pero a veces no basta
la cierta dosis de ternura
y es necesario agregar....
una cierta dosis de plomo.