Yo conocí a Marilyn en Paysandú
de camino al mercado en colorado canesú
se detenían hasta las nubes si se reía.
Y yo creyendo que había nacido en deuda
me hacía más bueno solo con mirar sus piernas
como es la vida, hoy la prefiero sin saber si me quería.
Yo conocí a Marilyn en Paysandú
con cuatro hermanos celosos
que al bajar del autobús me repetían:
para vivir mejor, che, Buenos Aires de noche, Montevideo de día.
Cualquiera dirá que es nada
que no se tienen las cosas que no se alcanzan
que se cuentan los besos, no la esperanza aunque sea mejor
y que se queden con la razón que yo no cambio el perfume de lo que tuve
la tarde que miraron por primera vez
los ojos de esa mujer... sin decir una palabra
para que no diga nada ¿Para que?
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Estoy de paso, hace tiempo en todos lados
viajo solo para no contar que estoy cansado
¿qué tal un trago para escuchar como es el río de este lado?
Me sentaron lo más lejos que pudieron
de lo que sale a buscar cualquier viajero
digamos ella; digamos: bueno, que nunca estuve tan cerca
Yo conocí a Marilyn en Paysandú
con cuatro hermanos celosos
que al bajar del autobús me repetían:
para vivir mejor, che, Buenos Aires de noche Montevideo de día.
Cualquiera dirá que es nada
que no se tienen las cosas que no se alcanzan
que se cuentan los besos, no la esperanza aunque sea mejor
que se queden con la razón que yo no cambio el perfume de lo que tuve
ni por aquella que más se le pareció
a la que apenas me sonrió
cuando me dijo al oído
gracias por haber venido, adiós.