Colocar la cejilla al 2.
(Sorda por rumbas)
Una cosita que quede clara
yo no he venío a farolear,
yo soy flamenco como los tientos,
como las palmas, como el compás.
Que si tus labios ya no me quieren
por sus motivos que los tendrán
será porque saben cuándo miento,
será porque saben la verdad.
La necrológica de un amorío
entre una niña y un trozo de pan.
Era Miguel, el hijo de La Junca,
y ella era Carmen, la hija de Gaspar.
Aquella tarde en el patio La Chana
una mirada los quiso juntar
y se fundieron bailando flamenco,
y se besaron hasta madrugá.
Y besar, hacer el amor y amar
sin pararse ni a pensar
que Miguel es payo y ella la hija de Gaspar.
Y se prometían, y él fue su marido
y ella fue su vida.
Un día como otro más, como ninguno,
con un taranto la vino a encontrar
a su mujer en su lecho con otro
y a ese gitano se quiso retar.
Aquella noche en el monte Trujillo
una navaja contó la verdad,
la rabia de un cobarde mató a un pillo
Y así el taranto no pudo escapar.
Y al mirar Miguelillo, sin temblar,
tres sangres quiso juntar
lloraba la Carmen mientras que pudo llorar
Y después el mismo se quitó la vida
Y este fue el final
(Sorda)
Una cosita que quede clara
yo no he venío a farolear,
yo soy flamenco como los tientos,
como las palmas, como el compás.
Que si tus labios ya no me quieren
por sus motivos que los tendrán
será porque saben cuándo miento,
será porque saben la verdad.
Una cosita que quede clara
yo no he venío a farolear,
yo soy flamenco como los tientos,
como las palmas, como el compás.
Que si tus labios ya no me quieren
por sus motivos que los tendrán
será porque saben cuándo miento,
será porque saben la verdad.