Intro (2)
Entre suspiro y suspiro,
no encuentro el olvido,
me está matando un querer;
porque la ingrata perjura,
que a mi alma tortura,
me hiere con su desdén.
PRECORO
Entre sollozo y sollozo,
no encuentro reposo,
y lloro y canto a la vez;
porque cantando mitigo,
el duro castigo,
que Dios me quiso imponer.
CORO
¿Por qué, Diosito tan bueno,
que siendo justo y sereno,
me manda un castigo así?
¿Por qué, me escogió esta suerte,
que me ha sentenciado a muerte,
nomás por quererte a ti?
SOLO (2)
PRECORO
CORO
FINAL
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