Abrí el cofrecito, donde yo guardaba sus azules cartas,
cartas donde un día, volcó la falsía, que llevó en su alma,
y al mirar sus letras, sentí una saeta en mi corazón,
miedo de soñarla, ansia de olvidarla, desesperación.
Una a una sus cartas sirvieron de pasto a las llamas,
yo al quemarlas reía, mas siempre sentía rompérseme el alma,
pero estoy convencido, que mi ansia de olvido me impidió
detenerme,
porque recordarla, es volver a amarla y otra vez perderme.
"Una a una sus cartas sirvieron de pasto a las llamas,
yo al quemarlas reía, mas siempre sentía rompérseme el alma"
pero estoy convencido, que mi ansia de olvido me impidió
detenerme,
porque recordarla, es volver a amarla y otra vez perderme.
Aún no hay comentarios,
¡escribe el primero!Para hacer una pregunta o dejar un comentario sobre esta canción, debes estar LOGUEADO
Usamos cookies. Leer más