El Ángel del señor la visitó
Señora mía, le dijo:
alégrate llena de gracia divina
le trajo una buena noticia,
que sería madre del Mesías.
Y usted con cándida osadía,
le preguntó cómo sería
si a ningún hombre conocía.
Quizás no era oportuno
el preguntar
Señora mía, ni Dios detuvo
curiosidad femenina,
por una frase parecida,
dejaron mudo a Zacarías.
Pero en su caso quién diría,
Dios no se ofende ni se irrita
incluso todo se lo explica.
Dama de Azul,
esclava más humilde del Señor
que lo consigue todo con amor,
y eso que no habla
muchas palabras
siendo una mujer eso es una hazaña,
más aun si quiere ser abogada
de un servidor...
Dama de Azul,
esclava más humilde del Señor,
tu que lo consigues todo con amor,
y es que siempre amas,
sin pedir nada siendo una madre
solo me extraña
más aun se ofrece a ser
nuestra aliada en la oración..
Dama de Azul...
*Recuerda cuando el vino se acabó,
Señora mía, y le pidió a Jesús
intervenir aquel día...Él dijo:
mujer todavía; no es mi hora,
no insistas,
y mientras lo repetía,
usted a los criados pedía
que hagan todo lo que él les diga.
*Quizás no era oportuna la ocasión
Señora mía, más ni él pudo
con su tenacidad femenina.
Y aunque Jesús no lo quería,
era Mamá quién insistía
con una voz y una sonrisa,
seguro que usted ya sabía
que él iba ha hacer lo que pedía.
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