En mi pecho, corazón, late libre, sin temor.
Déjame ser verso de amor, la devoción de un amigo.
Mucho tiempo sombra fui; en mí mismo me perdí.
De Tí aprendí a ser la mano que da
sin recibir generosa y leal.
¿Qué es la vida? Absurdo trajín. Dame alma, calor...
Ser tan limpios como la nieve que cae. Todo tiene quien todo da.
Nada espero, nada sé; nada tengo. Sólo fe.
Y donde estemos, saber estar. Aunque sea ingenuo, no codiciar.
Nunca ceder ante la adversidad.
Quiero tener la alegría del que está en paz.
Mis cadenas he de romper. Fuera penas amargas como la hiel.
Aún no hay comentarios,
¡escribe el primero!Para hacer una pregunta o dejar un comentario sobre esta canción, debes estar LOGUEADO
Usamos cookies. Leer más