Hija del pueblo, María, de un pueblo de vino y pan,
eres morena y hermosa, como el sol brilla tu faz.
Dios, al pasar por tu lado, toda la gracia te dio.
Hija del pueblo, Marí - a, Madre del hermoso amor.
Tiempo era de primavera, tiempo feliz para amar,
los ríos del Paraíso vieron tu blanco mirar.
Dios te vistió de oro y plata, Reina de la creación.
Hija del pueblo, Marí - a, Madre del hermoso amor.
Te ha dado la flor del tri - go y el fruto del olivar,
de la tierra prometida, leche y miel te saciarán.
Ha colocado su sello dentro de tu corazón.
Hija del pueblo, Marí - a, Madre del hermoso amor.
Eres jardín reservado, junto a la Casa del Pan,
fuente que mana abundante agua de la eternidad.
Brote del tronco bendi- i-to del que la Vida nació.
Hija del pueblo, Marí - a, Madre del hermoso amor.
Lámpara siempre encendida, amas y esperas a Dios
y Él siembra en Ti la semilla que nos dará el Salvador
Salve oh llena de gracia, Salve oh Madre de Dios.
Hija del pueblo, Marí - a, Madre del hermoso amor.
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