Roto está el conjuro de los enemigos
de este pueblo oscuro que ha de florecer.
Del cielo negro cae la lluvia
lágrimas de contento inundan mis ojos.
Exhalando su alma como un perfume
nuestros muertos descansarán.
Un meteoro que se aleja del horizonte
era el espíritu que estaba envenenando el aire
No mas aceros afilados en la brisa
mis pensamientos crecen hacia el cielo.
Hay agua abundante en este páramo
y han vuelto los colores a su rostro.
Ella entiende lo que yo no sé decir
y ahora renace mi orgullo guerrero.
Su pureza me conmueve tanto
como la extraña libertad de sus costumbres.
Y sale del agua con un cuerpo nuevo
sin memoria para los dos.
Exhalando su alma como un perfume
nuestros muertos descansarán.
Hay agua abundante en este páramo
y han vuelto los colores a su rostro.
Y sale del agua con un cuerpo nuevo
sin memoria para los dos.
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