Hay días que toco la luna y tengo la fortuna de hacerla reír
Y noches que estoy apagao y me siento cansao de tanto sufrir.
Cuando la tristeza toque el corazón,
Yo mis cargas se las doy todas a Dios
Yo siento que Él seca mi llanto cada vez que yo vengo rendido a sus pies,
Yo siento que Él abre los cielos cada vez que yo le doy mis cargas a Él,
Cuando se termina mi fuerza, es cuando empieza su poder.
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Por si la tormenta me invade, yo tengo la clave para resistir,
Esa paz que el mundo no entiende, me hace diferente, me hace sonreír,
Cuando la tristeza toque el corazón,
Yo mis cargas se las doy a Dios.
/Yo siento que Él seca mi llanto cada vez que yo vengo rendido a sus pies,
Yo siento que Él abre los cielos cada vez que yo le doy mis cargas a Él/
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Yo siento que Él seca mi llanto cada vez que yo vengo rendido a sus pies,
Yo siento que Él abre los cielos cada vez que yo le doy mis cargas a Él,
Cuando se termina mi fuerza, es cuando empieza su poder.
Cada vez que yo me siento que no puedo más,
Que se me acaba el aliento para continuar,
Vengo listo de rodillas porque en su bondad, Él abre los cielos.
Él su mano poderosa pone sobre mí,
Además me da la fuerza para resistir
Y Como si fuera poco, me hace sonreír, Él abre los cielos.
Con su mano, me toma mi mano.
Con su mano, enjuga mi llanto,
Es por eso que clamo Padre Santo, Él abre los cielos.
Nunca me ha dejado, no, Él siempre va a mi lado
Y yo sé que aunque en valle de sombra y de muerte yo esté,
Él abre los cielos
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Él abre los cielos. /
Bendiciones
aurbinae
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