Que alguien me diga si ha visto a mi esposo,
preguntaba la Doña
se llama Ernesto X, tiene cuarenta años
trabaja de celador en un negocio de carros.
Llevaba camisa oscura y pantalón claro.
Salió anteanoche y no ha regresado; y no sé ya qué pensar.
Pues esto antes no me había pasado.
Llevo tres días buscando a mi hermana,
se llama Altagracia, igual que la abuela.
Salió del trabajo pa' la escuela.
Tenía puestos unos jeans y una camisa blanca.
No ha sido el novio. El tipo está en su casa.
No saben de ella en la PSN, ni en el Hospital.
Que alguien me diga si ha visto a mi hijo.
Es estudiante de Pre Medicina.
Se llama Agustín. Es un buen muchacho.
A veces es terco cuando opina.
Lo han detenido. No sé qué fuerza.
Pantalón blanco, camisa a rayas. Pasó anteayer.
Clara, Clara, Clara, Clara Quiñones se llama mi madre.
Ella es, ella es un alma de Dios, no se mete con nadie.
Y se la han llevado de testigo,
por un asunto que es nada más conmigo.
Y fuí a entregarme, hoy por la tarde
y ahora di que no saben quién se la llevó del cuartel.
Anoche escuché varias explosiones.
Putun, patá, putun, peté.
Tiros de escopeta y de revólver
Carros acelerados, frenos, gritos. Eco de botas en la calle.
Toques de puerta. Quejas. Por Dioses. Platos rotos.
Estaban dando la telenovela.Por eso nadie miró pa' fuera.
¿Adónde van los desaparecidos?
Busca en el agua y en los matorrales.
¿Y por qué es que se desaparecen?
Porque no todos somos iguales.
¿Y cuándo vuelve el desaparecido?
Cada vez que los trae el pensamiento.
¿Cómo se le habla al desaparecido?
Con la emoción apretando por dentro.
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