En sus ojos habitan olivares, De tierra cenicienta es su garganta,
Morada habitual de las verdades Que solo son verdad si tu las cantas.
Cigarra de la acera incomprendida, Juglar de la derrota, incorregible,
Guitarra callejera de la esquina, Cara de sacristán, verso terrible.
*Quién te lo iba a decir veinte años antes,
banda sonora de los viandantes de las bocas de metro de Madrid.
Quién te lo iba a decir tan poca cosa,
que la Cibeles se iba a poner celosa porque ya nunca cantas por allí.
Quijote en un mundo de ambiciosos, azote del poder establecido,
buscando a Dulcinea del Toboso se liga a Jimena en el camino.
Podrías haber sido no lo dudo banquero o presidente del gobierno,
pero eres incapaz desde pequeño de llevarte ni el lápiz que no es tuyo.
*Quién te lo iba a decir veinte años antes,
banda sonora de los viandantes de las bocas de metro de Madrid.
Quién te lo iba a decir tan poca cosa,
que la Cibeles se iba a poner celosa porque ya nunca cantas por allí.
Cyrano que regala su talento, a causas que requieren poesía,
veleta que obedece un solo viento sereno de calle Melancolía.
Quevedo con maneras de Bob Dylan, amigo inseparable de la luna,
de acordes y de versos su fortuna casta y figura digan lo que digan
*Quién te lo iba a decir veinte años antes,
banda sonora de los viandantes de las bocas de metro de Madrid.
Quién te lo iba a decir tan poca cosa,
que la Cibeles se iba a poner celosa porque ya nunca cantas por allí.
En sus ojos habitan olivares, De tierra cenicienta es su garganta,
Morada habitual de las verdades Que solo son verdad si tu las cantas.
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